
LOS MONTES DE LEÓN Se trata de un macizo montañoso desgajado de la cordillera Cantábrica. Se desarrolla en forma de estrella, desde la 
cota Médulas 1.080 metros en la sierra de la Matona, en el valle de Valdesamario; discurriendo por el puerto del Mazanal, 
puerto de Focebadón, Becerril 1.876 metros, los montes Aquilanos, a Puente Domingo Flórez; con una longitud de 111 
kilómetros.
 
Desde el pico el Cabrito 2.010 metros y en dirección este, durante 45 kilómetros, discurre por la sierra 
del Teleno 2.185 metros hasta El Teso 947 metros, en la sierra del Pinar.
La sierra de Casas Viejas, también queda encuadrada en los montes de León.
Todas estas sierras quedan delimitadas por los ríos Sil, Boeza, Tremor, Fresno, Nodellos, Valdesamario, Omaña, 
Órbigo, Eria y Cabrera.
Se trata de montañas muy viejas, desgastadas por la acción del tiempo, con cimas redondas y amplias, de grandes 
pandas, pobladas de brezo y otros arbustos, aunque en sus laderas más bajas se pueden encontrar extensos bosques de 
pinos, robre, encina y castaños entre otros.
Se pueden distinguir dos zonas: la comprendida entre los montes Aquilanos y la sierra del Teleno, con las mayores 
alturas y la más agreste e ideal para la práctica del montañismo invernal, así como el esquí. El resto, desmerece 
el interés para el montañismo, aunque para la bicicleta de montaña es soberbia. Están compuestas por rocas de cuarcita, arenisca, 
conglomerado y pizarra.
Estas montañas han sido explotadas sus minerales desde muy antiguo por los Romanos, en ellas no solo se encuentran 
Las Médulas de Carucedo, declaradas como patrimonio de la humanidad. También se localizan otras como las de Pedredo, 
Las Miédolas de Villaviciosa de la Ribera y alguna más.
Por los montes Aquilanos, aún queda restos de los canales que se construyeron para recoger el agua y conducirla a las 
Médulas, superan los 300 kilómetros.
El Teleno, para los antiguos pobladores, los Astures, era una montaña sagrada, dedicada a su Dios 
Mars Tilenus. Próximo a él queda El campo de las Danzas o Lanzas, una campa al pie de la Aquiana, así
conocido por que era el lugar donde celebraban sus danzas alrededor del fuego las mujeres completamente desnudas, en 
las noches de plenilunio para animar a los hombres a perpetuar la especie.
